

Por Guillermo Ander Dorronsoro 2A 8
Apuntes filosóficos
Dualismo antropológico
Partes del ser humano según Platón
El cuerpo
Es feo, mortal y constituye una cárcel para el alma
El alma es algo divino, eterno e inmortal que está formado por tres dimensiones, a cada dimensión le corresponden una serie de características
El alma
El alma racional
Situada en el cerebro
Representa al auriga
Dirige el pensamiento y la voluntad
Virtud: Prudencia> buscar el bien y la verdad
El alma irascible
Situada en el corazón
Representa al caballo blanco
Dirige sentimientos como el desprecio, la venganza, la valentía o la cobardía
Virtud: Fortaleza> equilibrar nuestros deseos, la prepotencia y sed de poder, así como combatir los ataques externos
El alma concupiscente
Situada en el tronco y el estómago
Representa al caballo negro
Dirige sentimientos bajos como el apetito, el dolor y el instinto de supervivencia
Virtud: Templanza> medir y someter los más bajos deseos
De las tres, la dimensión principal del alma es la racional, puesto que ha de someter a las demás. La parte racional es la única inmortal, ya que las otras dos dimensiones morirán junto con el cuerpo, pues son parte del mismo. Las almas irascible y concupiscente representan la parte sensible del ser humano mientras que el alma racional procede del mundo de las ideas, donde se encuentra hasta llegar a un cuerpo. Esta inmortalidad del alma es el argumento moral que permite que se premien las buenas conductas.
Metáfora en el Fedro, leer por si entra:
En el Fedro, Platón hace referencia al mito del carro alado para explicar la naturaleza del alma. El auriga, que representa la dimensión más perfecta del alma, se dedica a conocer las ideas, para lo cual debe dirigir a las otras dos partes del alma, El caballo blanco, que es valiente y voluntarioso, representa la dimensión irascible del alma, y es fácil de dirigir. El caballo negro, malo y feo, representa la dimensión concupiscente del alma, y, preso de deseos y pasiones irrefrenables, es difícilmente manejable. En todo caso, el auriga debe hacerse con las riendas de los dos caballos, puesto que si no consigue equilibrar las virtudes de las tres dimensiones del alma, el ser humano nunca alcanzará la justicia, .