

Por Guillermo Ander Dorronsoro 2A 8
Apuntes filosóficos
Crítica al racionalismo
Según el racionalismo, la VERDAD es absoluta e invariable, sólo la razón humana está capacitada para conocerla, es decir, aquélla que carece de vida. Así pues, el racionalismo separa la vida concreta del ser humano y su actividad racional. El racionalismo es contrario a la vida y a la historia. Ahora bien, para Ortega, esa razón abstracta y atemporal no es capaz de percibir la realidad concreta que emana de la vida; realidad que, desde luego, es inestable, temporal e histórica.
Características de la razón vital
Historicidad
La razón vital es histórica. La vida es una actividad que ha de realizarse mediante la elección de las múltiples posibilidades que cada situación nos ofrece; ahora bien, esa elección no puede efectuarse sin una reflexión previa.
Puesto que la vida es temporal e histórica, la razón vital también lo es. Así pues, antes o después, el individuo se percata de las carencias del proyecto que ha diseñado, pergeñado o realizado, de modo que emprende otro proyecto, según las circunstancias del momento, considerando las fallas de sus proyectos anteriores, para poder superarlos en el futuro.
El proceso histórico y las generaciones
• El proceso histórico y las generaciones Según Ortega, en un tiempo histórico concreto, hay jóvenes, adultos y ancianos. Ello significa que cada presente histórico supone que hay tres dimensiones vitales fundamentales y, en consecuencia, tres tiempos vitales.
Todas las personas que comparten tiempo histórico son contemporáneas, aunque no sean coetáneas. Son coetáneas las personas que comparten problemas e ideas, es decir, aquéllas que emprenden una misión común en la construcción de un mundo semejante.
Todos los coetáneos forman una generación, que, según Ortega, dura quince años. Ahora bien, la historia cambia como consecuencia de ese desequilibrio interior, cuya causa es, precisamente, el tiempo vital.
Conceptos de la razón vital histórica
Siguiendo la doctrina orteguiana, la naturaleza de los seres vivos se basa en el cambio constante. No puede tratarse, pues, de conceptos propios del conocimiento abstracto, sólo cuando concretamos esos conceptos abstractos (aquí, yo, vida ... ) logramos un conocimiento concreto y verdadero.
Según el filósofo madrileño, sólo a eso podemos llamar conocimiento en sentido estricto. Por ejemplo, cuando empleamos el concepto abstracto de ser humano hacemos mención de una noción vacía, sin contenido; por el contrario, todos los hombres y las mujeres han nacido en un día concreto, en una tradición cultural concreta, en circunstancias concretas, con un proyecto concreto ... De modo que el concepto abstracto ha de ser llenado de contenido para que pueda llegar a ser según la razón vital.
La razón vital y el concepto de verdad
- La verdad en el ámbito moral: la vida real. Este tipo de verdad está relacionado con la moral. El ser humano debe elegir entre todas las posibilidades que se le presentan en cada momento de su vida. Esa elección ha de tomarse muy en serio, pues implica consecuencias muy graves, para que la elección que se haga traiga como consecuencia lo mejor o lo más significativo para nuestra existencia. De no ser así, el individuo se engaña a sí mismo y falsifica la verdadera realidad en que actúa.
- La verdad en el ámbito científico: la provisionalidad. Los resultados de la investigación científica son verdaderos no porque lo sean definitivamente, sino porque parte de las verdades del pasado para confirmarlas o refutarlas, de tal forma que suponen pasos hacia adelante en la historia de la humanidad. La realidad humana no es algo que esté dado de antemano, sino una construcción que hace el ser humano a partir de los materiales de que dispone, de modo que la verdad acerca de esa realidad cambia también constantemente. No obstante, eso no implica que cualquier afirmación implique verdad alguna.